La Congregación de las Hermanas de María fue fundada en 1969 por el Padre Aloysius Schwartz como una extensión de su labor en las Villas de los Niños. Las hermanas de la congregación se dedican a proporcionar cuidado y atención integral a los niños huérfanos y abandonados, al igual que las Villas de los Niños.

Las hermanas de la congregación se enfocan en ayudar a los niños a crecer en un ambiente amoroso y seguro, proporcionando atención médica, educación y formación espiritual. Trabajan en estrecha colaboración con las Villas de los Niños para garantizar que los niños reciban la atención y el cuidado adecuados, y para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de liderazgo y responsabilidad social.

La labor de las Hermanas de María ha sido fundamental en la extensión del trabajo del Padre Schwartz en todo el mundo. Las hermanas han establecido comunidades y hogares para niños en países como Filipinas, Corea del Sur, Guatemala, México y Brasil. Además de brindar atención y cuidado a los niños, las hermanas también se dedican a trabajos sociales, como la promoción de los derechos de los niños y la lucha contra la pobreza.

Las Hermanas de María han recibido numerosos reconocimientos por su labor. En 2009, la Congregación fue declarada una “asociación de interés público” por el gobierno de Filipinas, reconociendo su labor en beneficio de los niños. Además, han sido honradas por la Iglesia Católica por su dedicación al servicio de los más necesitados.

La labor de las Hermanas de María sigue siendo una inspiración para muchos en todo el mundo. Su enfoque en el cuidado integral de los niños y su dedicación a la promoción de los derechos de los niños son una muestra de la importancia de la atención y el cuidado de los más necesitados en nuestra sociedad.

En resumen, la labor de las Hermanas de María es un reflejo de la visión del Padre Aloysius Schwartz de ayudar a los niños más necesitados de todo el mundo. Su dedicación y compromiso con la atención y el cuidado de los niños huérfanos y abandonados han dejado una huella imborrable en la historia de la caridad y la ayuda social. La labor de las Hermanas de María y el legado del Padre Schwartz siguen siendo un ejemplo a seguir para todos aquellos que buscan servir a los más necesitados.

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