El padre Aloysius Schwartz nació en Washington D.C., Estados Unidos, en 1930. Decidió dedicar su vida a la Iglesia Católica y se unió a los Misioneros de la Sagrada Familia. En 1961, fue enviado a Corea del Sur como misionero después de haber terminado la guerra en ese país.
El padre Al notó la gran cantidad de niños huérfanos y abandonados en Corea del Sur después de la Guerra de Corea. Muchos de ellos vivían en condiciones extremadamente pobres, sin acceso a la educación ni a la atención médica adecuada. Para ayudarlos, el padre Al fundó la primera Villa de los Niños en Corea del Sur en 1964, en la ciudad de Busan.
La Villa de los Niños fue un éxito inmediato. Los niños recibieron atención médica, educación y un hogar estable en el que crecer. Con el tiempo, la labor del Padre Schwartz se extendió a otros países, incluyendo Filipinas, México, Guatemala y Brasil.
Las Villas de los Niños de Schwartz eran únicas en su enfoque. En lugar de simplemente proporcionar un techo y comida a los niños, el Padre Schwartz se enfocó en ofrecer una educación completa, que incluía atención médica, formación profesional, enseñanza de habilidades de la vida diaria y apoyo psicológico y espiritual. Schwartz creía que proporcionar a los niños una educación integral era la clave para ayudarlos a salir de la pobreza y lograr una vida plena.
Con el tiempo, Schwartz estableció la organización SOS Villages, que ayudó a financiar y administrar las Villas de los Niños. Gracias a su labor, se establecieron 107 Villas de los Niños en todo el mundo, ayudando a más de 20,000 niños huérfanos y abandonados.
El Padre Schwartz recibió muchos reconocimientos por su labor. Fue nominado para el Premio Nobel de la Paz y recibió la Orden del Mérito Civil de la República de Filipinas. En 2002, fue declarado Siervo de Dios por la Iglesia Católica.
Desafortunadamente, Schwartz falleció en 1992 debido a una enfermedad degenerativa. Sin embargo, su legado continúa vivo en las Villas de los Niños que fundó y en la labor de la organización SOS Villages. La labor del Padre Schwartz sigue siendo una inspiración para muchos en todo el mundo, y su enfoque en la educación integral de los niños sigue siendo un modelo a seguir en el ámbito de la ayuda social y la caridad.